Pues para hambrunas, la que ''vió'' Juan.

Hace unas semanas reflexionaba "apocalípticamente" sobre las posibles carestías de precios consecuentes a las guerras de divisas que se perfilaban en el horizonte mediático (lo del Apocalipsis, por el caballo negro del tercer sello que tasaba precios astronómicos). Estos días bien podría insistir en el tema, dado que a las guerras de divisas podemos añadir otro "acelerante" para la inflación: el alza del petróleo consecuente a los desequilibrios políticos entre los países productores (el último en salir al escenario mediático: Libia).

Pero no, esta vez solo les traigo extractos de un artículo que he encontrado en la red. Es de Juan Manuel Torres, que también tira de imágenes apocalípticas, pero avanza un paso más allá de lo que sólo es alza de precios. Se centra en el caballo del cuarto sello, el amarillo, cuyo jinete se dedica a aniquilar multitudes, entre otras cosas, con el hambre.

No sabía yo que las cosas andaban tan mal por ciertos lugares. Les dejo con los extractos del artículo:

El Hambre, jinete apocalíptico, inicia el ‘cabalgar’

“Más de un mil 100 millones de personas podrían ser directamente afectadas si los precios mantienen la tendencia ascendente que han seguido en los meses recientes”, asegura el coordinador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la seguridad alimentaria, David Nabarro.

( Por Juan Manuel Torres, en elmundodeorizaba.com )

Es, sin lugar a duda, una de esas noticias que a nadie le gusta entregar. ¿Por qué? Porque desde hace algún tiempo, recordando a los Jinetes del Apocalipsis (Biblia), poco a poco vamos observando cómo “cabalga” uno de ellos: EL HAMBRE.

Al realizar un análisis de algunos países del continente de África y otros de Asia, encontramos la enorme carencia de alimentos en lugares donde se les tiene que racionar al distribuirlos entre grandes (algunos enormes) sectores de la población. Gran parte de esos alimentos son proporcionados por la ayuda humanitaria de países que, aunque no les sobran pues acceden a proporcionarlos entre personas que no tienen manera de ganarse el sustento, forman parte de territorios improductivos de áridas tierras y que aunado a ello, tienen sobrepoblación o carecen de lo básico de la educación y, más aún, tienen grandes cantidades de infectados de Sida, la enfermedad que flagela esas lejanas comarcas.

EL HAMBRE, es el fantasma que azota ya a poblaciones enteras del continente africano, ese donde se está generando una movilización social denominada “Efecto Dominó” que consiste en derrocar a antiquísimos monarcas, tiranos y enquistados políticos que, a la par, son en gran medida la razón del atraso, educativo, cultural, de la pobreza y miseria de sus “gobernados”. Observamos a integrantes de famélicas tribus hasta hombres del desierto que son afectados por la carencia de alimentos cuya consecuencia inmediata es el hambre que, afecta primordialmente, a los niños..

Hace tiempo, recuerdo, dialogaba con un riquísimo hombre de negocios quien me decía: “Yo llegué de polizonte en un barco carguero a Veracruz, ... Al llegar a esta bendita tierra mexicana, simplemente no lo podía creer, .... ¡Es el Paraíso!, me dije. ... Ustedes, mi amigo, NO valoran esa riqueza porque ya se acostumbraron a verla todos los días”.

¡Que grande enseñanza me dio! y la trasmito en esta columna. Porque, principalmente en aquellos lugares del continente africano, insisto, ya empieza a “cabalgar” aquel jinete mencionado en el libro del Apocalipsis (Revelación), El Hambre, lo cual conocemos porque surgen noticias como la entregada por el coordinador de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para la seguridad alimentaria, David Nabarro, ante la falta de insumos alimenticios y la posible carestía internacional de los mismos.

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Lectura completa en elmundodeorizaba.com

En fmbolivia.com.bo:  "FAO: Crecen hambre y miseria"