Leyendo lo invisible

Hace unos meses comenté el “milagro tecnológico” que ahora permite leer textos dados por perdido mediante el despliegue virtual  de rollos antiguos, muy dañados o calcinados. Se trataba de la  micro-tomografía de rayos X desarrollada por un equipo de la universidad de Kentucky liderado por William B. Seales.

Pues bien, ahora se trata de otra técnica que mediante imágenes multiespectrales posibilita la lectura de textos sobre soportes cerámicos hasta ahora invisibles. Los artífices de esta nueva técnica que lee “lo invisible” han sido los miembros de un equipo de la universidad de Tel Aviv, compuesto por matemáticos, arqueólogos y físicos, y co-dirigido por el arqueólogo Prof. Israel Finkelstein y el físico Prof. Eli Piasetzky.

Con una simple cámara digital adaptada y la nueva técnica que permite realizar imágenes multiespectrales, han descubierto inscripciones, hasta ahora invisibles, en la parte posterior de un fragmento de una vasija cerámica de la época del Primer Templo. Durante más de 50 años estuvo expuesta esta vasija sin que nadie se percatase de la existencia de dicha inscripción hebreas.

Y es que este ostracón se encontró en 1965 en la fortaleza Tel Arad, en el desierto del Néguev. Según los expertos, data de unos 600 años antes de Cristo, poco antes de la destrucción de Judá por Nabucodonosor. El frontal del ostracón sí ha sido estudiado por arqueólogos y biblistas, pero del reverso ni sospechaban que contuviese inscripciones (“ojos que no ven, tesoros que se pierden”).

^{Ilustración sítética de las fases del proceso (De la TAU)}

El descubrimiento de esta técnica “lectora de lo invisible” fue una afortunada casualidad, según ha informado uno de los investigadores principales del estudio (Arie Shaus del Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad de Tel Avid): "Utilizando imágenes multiespectrales para adquirir un conjunto de imágenes, Michael Cordonsky de la Facultad de Física de la Universidad de Tel Avid, se dio cuenta de varias marcas en el reverso de la ostracón. Para nuestra sorpresa, aparecieron tres nuevas líneas de texto". Además, lo hallado en el reverso es continuación del texto en la parte frontal, según informó otro miembro del equipo, Shira Faigenbaum-Golovin, del departamento de matemáticas de la misma universidad.

El contenido trata de suministros y órdenes de intendencia militar. Aunque por lo descifrado hasta ahora, dicho contenido no presenta relación con ningún pasaje bíblico, su valor es tremendo para los estudiosos: para el estudio del idioma, la sociología y la economía de aquel lugar, en aquella época.

Por otra parte, el descubrimiento abre una vía para la búsqueda en otras vasijas de aquel periodo que también pueden contener textos ocultos. De hecho, ya cuentan con planes para una amplia revisión  de todos los fragmentos de ese período. Un conjunto de 91 fragmentos escritos poco antes de la destrucción del Reino de Judá por Nabucodonosor fue también desenterrado en los años sesenta en Tel Arad, al oeste del Mar Muerto. Hasta ahora han permanecido en el museo como objetos de observación. A partir de ahora resucitan como piezas de estudio. Y es que esta nueva tecnología les revaloriza y les pone en el foco de la curiosidad de los expertos ávidos de nuevas fuentes de información sobre la lengua, la cultura y las obras de los antiguos israelitas.

La noticia en ancient-origins.es

Detalles de la técnica (en inglés) y los requerimientos para una optimización de los resultados (de la Universidad e Tel Aviv).