La piedra de Pilato

Poncio Pilato fue un personaje controvertido. Básicamente, por su ambigua gestión de la denuncia presentada contra Jesús por los judíos con los principales sacerdotes en cabeza. Pero también por el escaso respaldo de referencias documentales y nula evidencia arqueológica sobre su persona. Sólo a partir de 1961 entró definitivamente y sin cuestionamientos en el mundo de la realidad histórica, convirtiéndose desde entonces en un elemento más que corrobora la historicidad bíblica.

En 1961, el doctor Antonio Frova y su equipo descubrieron en el yacimiento arqueológico de Cesárea Marítima un bloque de piedra caliza tallado con partes de una inscripción que de forma incuestionable hace referencia al Poncio Pilato de los registros bíblicos.

Dicho bloque apareció durante la excavación entre los restos de un teatro construido por Herodes I hacia el periodo entre los años 22 a 10 antes de Cristo. 

Se cree que el trozo formaba parte de un edificio construido probablemente en honor del emperador Tiberio, que gobernó el Imperio Romano entre el año 14 y el 37 después de Cristo.  Y que ese trozo fue reutilizado en el siglo IV en unas escaleras de acceso a las gradas del mencionado teatro de la ciudad Cesárea Marítima. 

Lo que queda del dañado bloque original es un trozo que en la superficie tallada alcanza algo más de ¾ x ½ m²:

El texto de las cuatro líneas que queda aún legibles es este:

…S TIBERIÉUM

…NTIUS PILATUS

…ECTUS IUDA[..]E

…E…

Los expertos, en base a sus conocimientos del idioma y del contexto histórico lo han completado pudiéndose lo siguiente (en azul las letras legibles, y en rojo las letras añadidas por los expertos.: 

DIS AUGUSTIS TIBERIÉUM

...PONTIUS PILATUS

...PRAEFECTUS IUDAEAE

...FECITDEDICAVIT 

Importa destacar que esta referencia a Poncio Pilato es incluso anterior a su mención en el Nuevo Testamento.

Nadie cuestione actualmente que esa inscripción haga referencia al Poncio Pilato ante el que compareció Jesucristo tras la denuncia ante él presentada.

Así, pues, un aval más de la historicidad de los textos bíblicos.

La piedra original pertenece al Museo de Israel. Algunas réplicas se hallan distribuidas por varios museos.