La Biblia desde el siglo XXI

El relojero clarividente

25.03.2024 00:00
<-- Post relacionado con este tema Post relacionado con este tema -->

Ya comentaba al inicio del anterior post que leyendo “La mente de Dios", de Paul Davies, consideré oportuno dedicar algunos posts al "argumento del diseño", al cual Davies dedica varios párrafos. Pues bien, a eso me dedicaré hoy.

Antes que nada, comentaros que Paul Davies es un físico inglés, que, como escritor y más concretamente divulgador científico, es "cojonudo". Desde hace bastantes años conozco varias de sus obras, y lo recomiendo encarecidamente.

En estas últimas semanas he estado "escuchando" su libro "La mente de Dios". Digo escuchando porque lo he utilizado como “nana” para conciliar el sueño. Y no porque el libro sea malo, sino porque desde hace años utilizo un lector de libros para conciliar el sueño cuando voy a la cama o cuando me desvelo durante la noche. Recomiendo este método. Al menos a mí me va muy bien. Si no lo hago, mi mente divaga de un asunto a otro y no me deja dormir.

Al inicio de la lectura soy consciente del contenido que se lee, pero poco a poco voy perdiendo la consciencia y consigo dormirme. El lector continúa la lectura, pues, aunque se puede programar que pare tras cierto tiempo, yo lo dejo leer hasta que lo paro manualmente. Esto me permite reconciliar el sueño nuevamente cuando me llega algún desvelo ocasional: durante unos minutos estoy consciente de lo que se lee... hasta que el sueño me vuelve a “arropar”.

Hace algunas emanas, en uno de estos desvelos el lector leía en el capítulo 8 del libro de Davies, la sección titulada "¿Ha Sido el Universo Diseñado por un Creador Inteligente? ". En esa sección trata sobre la comparación del universo con el mecanismo de un reloj que popularizó William Paley, aunque como bien aclara Davies, originalmente fue Robert Boyle el que introdujo esa semejanza.

La forma de enfocar Davies el tema llamó mi atención, con lo que me mantuve desvelado hasta que el lector terminó con la sección. Y es que el enfoque de Davies, aunque correcto y objetivo, no me gustó, puesto que de la lectura de esa sección es fácil sacar una opinión negativa del argumento del diseño que, aun no siendo una demostración incuestionable, es un argumento de muchísimo peso para la defensa de la idea de una Inteligencia Suprema tras el Universo.

Paso a comentaros los aspectos el texto de Davies que en mi opinión ensombrecen la brillantez del argumento del diseño.

Copio a continuación el texto que recoge Paul Davies en “La mente de Dios” sobre la argumentación de Paley:

Supongamos, argumentaba Paley, que Ud. Estuviera “cruzando un páramo” y apareciera un reloj yaciendo en el suelo. Al inspeccionarlo Ud. observa la intrincada organización de sus partes y como fueron dispuestas de una forma cooperativa para alcanzar un fin colectivo. Aún si Ud. nunca haya visto un reloj y no tenga idea de su función, aún estará inclinado a concluir de su inspección que es una invención diseñada para un propósito. Paley arguyó que, cuando consideramos la invención mucho más elaborada de la naturaleza, deberíamos alcanzar la misma conclusión aún con más fuerza”.

Tras presentar el razonamiento de Paley, en su afán de objetividad como divulgador (lo cual es encomiable) pasa a exponer la debilidad del argumento, que la centra en el hecho de que se trata de una analogía. Y para “mostrar la debilidad” del argumento basado en una analogía, pone otra analogía ridícula, que, por “afinidad”, lo que consigue es ridiculizar también la de Paley. He aquí la argumentación alternativa que propone Davies:

El universo mecanicista es análogo al reloj; el reloj tiene un diseñador, por lo tanto, el universo debe tener un diseñador. Uno podría decir también que el universo es como un organismo, por lo tanto, podría haberse desarrollado a partir de un feto en un útero cósmico”.

Supongo que cuando redactaba Davies no era consciente de que la analogía del organismo que presenta equiparándola con la del reloj no son comparables, al menos de la forma en que él la presenta; y me explico: 

En el caso del reloj, cuando se observan las diversas piezas perfectamente constituidas para que ensamblen unas con otras, y se contempla cómo algunas de ellas se mueven con diferentes velocidades logrando el propósito de marcar en la esfera las horas según avanza el día, lo que se evoca en la mente es algo así como lo que expresa esta exclamación: “¡qué bien ideado está este mecanismo!”. Y quizás, también, esta otra idea pasa por la cabeza: “¡que buen artesano el que construyó este mecanismo!”.

El que nunca ha contemplado un reloj, cuando contempla uno por primera vez, lo que llama su atención primeramente es “la buena idea”, “lo bien ideado” que está, es decir: “lo bien diseñado” que está el mecanismo. Posteriormente, quizás piense en el obrero o el taller que lo fabricó. En “términos aristotélicos”, primero piensa en la “causa formal”, y después en la “causa eficiente”.

¿Qué hay de la analogía que propone Davies para ridiculizar la del reloj: “… el universo es como un organismo, por lo tanto, podría haberse desarrollado a partir de un feto en un útero cósmico”?

En primer lugar, aclarar que Davies tendría que haber especificado un poco más para concluir consecuentemente “… que el universo podría haberse desarrollado a partir de un útero cósmico”. Porque hay multitud de organismos biológicos que no se desarrollan a partir de úteros; como las aves, los reptiles, los mamíferos marsupiales y monotremas.

En segundo lugar, que Davies pone una analogía que centra la atención en la “causa eficiente”, volviendo al lenguaje aristotélico, no en la causa formal. El útero cósmico sería el equivalente del taller de relojería. La analogía del reloj expresada en términos semejantes a la del organismo quedaría así: “Uno podría decir también que el universo es como un reloj, por lo tanto, podría haberse desarrollado en un taller de relojería de Suiza.”.

Y como hemos visto más arriba, lo que centra la atención en la analogía del reloj es la idea, la buena idea, el buen diseño. Solo en segundo lugar el que observa el reloj piensa en el relojero o en taller que lo realizó.

Volviendo a la analogía del organismo. Bien planteada más que desacreditar a la del reloj la corrobora. Sustituyo el reloj por el organismo en la argumentación de Paley que Davies presenta en su libro, y que yo copie al inicio del post:

Supongamos que un ser inmaterial estuviese cruzando nuestro mundo material y se topase con un organismo biológico. Al inspeccionarlo observa la intrincada organización de sus partes y como fueron dispuestas de una forma cooperativa para alcanzar un fin colectivo. Aún sin haber contemplado nunca un organismo biológico y no teniendo idea de su función, estará inclinado a concluir de su inspección que es una obra diseñada para un propósito”.

Ese sería el sentido correcto de la analogía alternativa que propone Davies. Y de esa forma está claro que el énfasis principal recae en la causa formal, en la idea de diseño, no en la idea de causa eficiente (el útero que da a luz al organismo, el equivalente al taller de artesanía que produce el reloj). Por tanto, en vez de ridiculizar la analogía de Paley lo que hace es reafirmarla. Pues tanto la contemplación de cualquier mecanismo humano como de cualquier organismo biológico, la mente se dirige a “la maravillosa idea que está detrás” (el diseño). Muy secundariamente se pensará en el artesano o taller que fabricó el objeto, o el útero que parió al organismo biológico.

Y esto es fundamental, puesto que lo importante es la causa formal, “la idea”, “el diseño”, que en el caso del reloj será obra de algún ingeniero mecánico y no de cualquier malabarista de ocurrencias, palabras y trazos. Pero que, en el caso del Universo, esa idea o diseño provendrá de la Inteligencia Suprema que llamamos Dios, y no del azar, que ni siquiera tiene sentido más allá de la realidad física en la que nos desenvolvemos.

Sin el taller con artesanos, cierto que no tendríamos reloj, pero supongo que estarás de acuerdo conmigo en que la importancia de los artesanos que fabrican el reloj no supera a la del ingeniero, que además del diseño, también se ocupa de la supervisión de que la obra progrese correctamente, según ideó. Y lo mismo sucede con el Universo. ¿Pero cuál es el taller donde se “fabrica” el Universo?, el ámbito donde el Gran Diseñador ordena y supervisa su obra de creación? Bueno, esto he pensado tratarlo en un próximo post. Ya llegaremos.

Así, pues, aunque ningún razonamiento sobre la existencia de Dios puede equipararse a una demostración matemática, ni jamás se podrá comprobar su existencia de forma empírica, el razonamiento popularizado por William Paley es uno de los mejores argumentos a favor de la existencia de Dios

(Por cierto: ¿Cuántos argumentos circulan intentando demostrar la existencia de un “azar creador”)

(El 24/03/2024 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)
 

<-- Post relacionado con este tema Post relacionado con este tema -->

 

Contacto

BíblicaMente.org

informacion@biblicamente.org

Sitio de búsqueda

Etiquetas FAVORITAS

Historicidad de la Biblia

Ateísmo

Si deseas comentar alguna página, pincha aquí e indícamelo en el mensaje.
Abriré ventana de comentarios para que opines libremente.
Te avisaré cuando esté disponible.

ESTADÍSTICAS WEBNODE
(Desde Nov/08)

7.810.110 Páginas visitadas
2.067.452 Total visitas
≈620.235 Visitantes únicos

 

El 03/12/2022 biblicamente.org recibió notificación de calificación como “sitio web de alto impacto”:

Puede consultar los criterios de selección que utiliza Gitnux para realizar la calificación en el siguiente enlace:

Gitnux: Crieterios de selección.

 

Un versículo para hoy

 


 

¡Ayúda a promocionar este sitio!
(Sin dar dinero)

(CC) Contenidos utilizables sin fines comerciales. Se agradece enlace a originales.

Creado con Webnode